La iglesia de madera de Rogoz es una de las ocho iglesias de este tipo de la región de Maramureș incluidas en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Se trata de un reconocimiento de su valor universal y de su importancia en la cultura material de la civilización humana.
La iglesia de Rogoz es, sin duda, un objetivo turístico que merece ser visitado. El monumento, con una antigüedad de casi cuatro siglos, lleva al visitante al pasado glorioso de los ancestros de estos lugares, en una época en la que el tiempo tenía otro valor. Fue levantado en 1663 en el lugar de otra iglesia más antigua, quemada por los tártaros en 1661.
Construida en madera de olmo, la iglesia llama la atención por la abundancia de ornamentos, la entrada del lado sur y su tejado unitario, muy extenso y asimétrico. Las decoraciones exteriores más impresionantes son el cinto en forma de soga torcida con símbolos solares que rodea la iglesia, y también los acabados en madera que confieren a las paredes un aspecto de muros de ladrillos. Los elementos ornamentales característicos de esta iglesia son los extremos de las vigas que sujetan el tejado, esculpidas en forma de cabeza de caballo – elemento laico, encontrado en muchas casas de pueblo. El simbolismo de este templo es extraordinario: buen ejemplo de ello es el pilar decorado con motivos de la mitología rumana arcaica: el Sol, la Luna, los Luceros y las Estrellas.
En el lado norte de la iglesia se encuentra “La mesa de los ancianos”, y el tejado es mucho más extenso para poder cubrirla. La mesa está compuesta por varios tramos, que pertenecen a las familias ricas del pueblo, cuyos nombres y apellidos figuran escritos en las paredes de la iglesia. Aquí, los ancianos del pueblo tomaban las decisiones importantes, y en Pascua de Resurrección, las familias ricas daban limosnas a los pobres.
En el interior, las pinturas, realizadas en 1785 por los maestros Radu Munteanu y Nicolae Man, están muy bien conservadas, y los iconos están pintados directamente en la pared. La iglesia posee un bonito candelabro de madera, y también varios iconos muy valiosos pintados en madera y vidrio.
Actividades extra:
Cerca del pueblo Rogoz se encuentra también “La Cueva de los huesos”, que tomó su nombre del descubrimiento de varios fósiles de oso. Toda la zona es ideal para paseos, andando o en bicicleta. A lo largo del río existen mesas y bancos para los que quieran descansar o hacer un picnic.
En Rogoz tiene, también, su residencia un artesano, escultor en madera, llamado Șerban. Su taller está situado pasando la iglesia; se puede visitar y comprar recuerdos. Si se desea, y previa cita, también se pueden ver los espectaculares muebles que decoran su casa.
¿Cómo llegar?
La iglesia de madera de Rogoz se encuentra a una distancia de 50 km. de la ciudad de Baia Mare.
